martes, 6 de noviembre de 2012

Penetrar en el dolor

Facundo Díaz
La próxima vez que tengas dolor de cabeza intenta poner en práctica una pequeña técnica meditativa, experimentalmente; luego podrás pasar a enfermedades mas graves y a síntomas mas importantes.

Siéntate en silencio y observa tu dolor de cabeza, míralo, pero no como se mira a un enemigo. Si lo miras con enemistad entonces no podrás mirar correctamente, estarás evitándolo.
Nadie mira al enemigo directamente; uno lo evita, tiende a evitarlo. Míralo como si fuese tu amigo. Es tu amigo; esta a tu servicio: Te esta diciendo "algo va mal, míralo". Siéntate en silencio y observa el dolor de cabeza sin intención de detenerlo, sin desear que desaparezca, sin conflicto, lucha ni antagonismo. Solo míralo, en lo que es.


Observa, por si el dolor de cabeza te trajese un mensaje. Tiene un mensaje codificado. Y si observas pacientemente te sorprenderás. Si miras en silencio sucederán tres cosas:
PRIMERA: cuanto más lo mires, mas doloroso se volverá. Entonces te sentirás un poco perplejo: "¿cómo puede esto ayudarme si resulta que todavía me duele más?. Se vuelve más doloroso porque lo has estado evitando. Estaba ahí, pero tu lo evitabas; lo reprimías, incluso sin la aspirina con que lo ibas a reprimir. Cuando lo miras directamente desaparece la represión. El dolor de cabeza alcanzara su intensidad natural. Entonces estarás escuchando sin orejas, sin tapones para los oídos. Te dolerá mucho.
LA SEGUNDA COSA, es que se hará más identificable; no parecerá extenderse por una gran superficie. Antes pensabas: "me duele toda la cabeza". Ahora te das cuenta que no es toda la cabeza, sino solo un pequeño punto. ESA TAMBIÉN ES UNA INDICACIÓN DE QUE AHORA ESTAS PROFUNDIZANDO EN ÉL. La sensación general del dolor es un truco, es un modo de evitarlo. Si estuvieses localizado en un punto seria más doloroso, y por ello creas la ilusión de que te duele toda la cabeza. Al estar extendido por la cabeza no resulta tan intenso en un punto. Son trucos con los que jugamos.
Míralo y el segundo paso será que se hace más y más pequeño. Y llega un momento en que es solo la punta de una aguja, muy agudo, increíblemente agudo y muy doloroso. Nunca habías tenido un dolor de cabeza así, pero esta confinado en un punto diminuto. Sigue observándolo.
Entonces sucede LA TERCERA COSA y las más importante. Si sigues observando ese lugar donde resulta tan intenso, confinado y concentrado en un punto, verás que desaparece en muchas ocasiones. Cuando tu mirada es perfecta desaparece. Y cuando desaparece tendrás vislumbre de donde proviene, de cual es su causa. Cuando el efecto desaparece puedes percibir la causa.
Sucederá en muchas ocasiones, y volverá a surgir. Tu mirada dejara de estar tan alerta, concentrada y atenta: entonces regresará. Siempre que lo observes con atención acabará desapareciendo, y al hacerlo revelará la causa. Y te sorprenderá comprobar que tu mente esta lista para revelarte la causa.

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