martes, 18 de diciembre de 2012

Meditación SA TA NA MA


Kirtan Kriya, a menudo llamado meditación SA TA NA MA, es una de las meditaciones más importantes en el Kundalini Yoga. Fue una de las primeras meditaciones enseñadas por Yogui Bhajan y todavía hoy permanece como una meditación básica recomendada para todo estudiante de Kundalini yoga.




Yogui Bhajan decía que si puedes hacer sólo una meditación, ésta es la que debes hacer. Si quieres quieres continuar manteniendo tu statu quo, no hagas esta meditación. Si estás deseoso/a de cambiar y dar la bienvenida a una nueva dimensión de ser en tu vida, esta meditación es para ti. Mientras la practicas, llegarás a comprender que es tu mejor amigo. Cualquier cosa que necesites en determinado momento, se reajustará y alineará para traer el equilibrio a tu mente y a tu vida. Esta meditación te ayuda a enfocar y centrarte. Es un catalizador para el cambio porque es un depurador espiritual muy poderoso. Puedes avanzar mucho porque estarás liberando mucho.

Esta práctica ayuda a cambiar nuestra programación subconsciente. Tenemos que limpiar nuestra programación subconsciente para que no sabotee nuestro intento consciente. De hecho, es la programación en nuestra mente subconsciente, la que crea nuestra realidad.

INSTRUCCIONES para la práctica:
Esta es una meditación activa que se puede practicar en cualquier momento, mientras se camina, se está sentado o acostado, y tiene como efecto bastante inmediato el logro de un incremento notable de la coherencia interhemisférica cerebral.

Si se practica sentado:
Sentarse en postura fácil, codos rectos, brazos estirados y descansando en la rodillas. Columna recta.
Lleva tu enfoque mental al punto de la frente. Entona SA TA NA MA. Mientras entonas presiona alternadamente el dedo pulgar con los cuatro dedos. Aprieta suficientemente fuerte para mantenerte despierto y consciente de la presión. Sigue repitiendo en un ritmo estable y mantén el movimiento de la mano a lo largo de toda la meditación.


SA junta presionando el dedo pulgar y el índice o de Júpiter.
TA junta presionando el dedo pulgar y el medio o de Saturno.
NA junta presionando el dedo pulgar y el anular o del Sol.
MA junta presionando el dedo pulgar y el meñique o de Mercurio.El dedo de Júpiter trae conocimiento, expande nuestro campo de posibilidades y nos libera de las limitaciones.

El dedo de Saturno nos da paciencia, sabiduría y pureza.
El dedo del Sol nos da la vitalidad y vida.
El dedo de Mercurio ayuda a una clara comunicación.

Cada vez que cierras un mudra uniendo el dedo pulgar con un dedo, tu ego "sella" su efecto en tu conciencia. Visualiza o siente cada sonido individual entrar en el chakra de la coronilla en el tope de la cabeza, bajar a través del medio de la cabeza y salir al infinito a través del tercer ojo. Esto es muy importante y debe hacerse con cada sonido. Es una parte esencial del proceso de limpieza. Si no haces esta parte de la meditación, puedes experimentar dolor de cabeza.

Visualización: con cada sílaba que cantamos imaginamos el sonido y la energía entrando por la corona y saliendo entre las cejas proyectándose hacia delante. Este trayecto en forma de L se llama "el cordel dorado".



VERSIÓN DE 31 MINUTOS
Durante los primeros 5 minutos entona en VOZ ALTA. (La voz humana.)
Durante los segundos 5 minutos entona en SUSURRO audible. (El lenguaje de los amantes.)
Durante los próximos 11 minutos entona SILENCIOSAMENTE. (El idioma de lo divino)
Manten el movimiento de los dedos, la L en la cabeza y el movimiento de la lengua.
Luego 5 minutos en SUSURRO.
Termina con 5 minutos en VOZ ALTA.

VERSIÓN DE 11 MINUTOS
También puede hacerse en tiempos más cortos. Yogui Bhajan aconsejó que durante este tiempo estresante debe hacerse por lo menos durante 11 minutos todos los días.
Para la versión de once minutos se pueden hacer 2 minutos en VOZ ALTA.
2 minutos en SUSURRO audible.
3 minutos cantando SILENCIOSAMENTE.
Manteniendo el movimiento de los dedos, la L en la cabeza y el movimiento de la lengua.
2 minutos en SUSURRO.
2 minutos en VOZ ALTA.

En el último minuto, ya sea la versión de 31 u 11 minutos, escucha en tu interior el mantra y experimenta la L en la cabeza. No hagas los movimientos de los dedos. Óptimamente esta meditación se hace durante 31 minutos.

Finalmente, inhala profundamente, levanta los brazos arriba en el aire y agita vigorosamente los brazos y los dedos. Puedes involucrar el cuerpo entero y la columna. Exhala. Repite 1 o 2 veces más si lo deseas. Ésta es una parte importante de la meditación porque ayuda a mover y liberar la energía en el cuerpo. Relájate durante unos minutos antes de continuar tu día. O relájate sobre tu espalda. Si es antes de acostarse, simplemente ve a dormir.

SA TA NA MA
Este mantra se llama Mantra del Sonido Primordial, porque se compone de los cinco sonidos primordiales: S, T, N, M, y AH. El significado literal es el siguiente: Sa significa nacimiento (o infinito), Ta significa vida; Na significa muerte, y Ma significa renacimiento. Por lo tanto, el mantra se describe el círculo eterno de la vida: nacimiento, vida, muerte y renacimiento.

Sa: evoca una sensación de emoción y expansión.
Ta: crea una sensación de transformación y la fuerza.
Na: estimula un sentimiento de amor universal.
Ma: evoca la calidad de la clara comunicación.

Yogi Bhajan decía que: "Cualquiera que practique este kriya durante 2,5 horas al día durante 1 año conocerá lo desconocido y verá lo invisible".

Practicar esta meditación trae un equilibrio mental total en la psyche del individuo. Este mantra te ayuda a consolidar y cambiar tus hábitos. Es un mantra catalizador del cambio.
Cada vez que vibras cada sonido y presionas cada dedo, alternas tus polaridades eléctricas. Los dedos indice y anular tienen polaridad negativa eléctrica, en relación a los otros dedos.
Practicar esta meditación es un arte y una ciencia. Es un arte en el sentido de que moldea la conciencia y en el refinamiento de la sensación y de la comprensión que produce. Es una ciencia en la probada certeza de los resultados que produce.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Rezar por el ayer


En julio de 2000, Leonard Leibovici, profesor de medicina interna en Israel y experto en infecciones hospitalarias, realizó un estudio sobre el efecto de la oración curativa con 3393 adultos que habían desarrollado una infección en la sangre durante su estancia en el Centro Médico Rabin. Preparó un riguroso protocolo, usando un generador de números aleatorios para dividir a los participantes en dos grupos, sólo uno de los cuales sería objeto de oraciones, y con un impecable sistema doble ciego: ni los pacientes ni el personal del hospital sabían quién estaba recibiendo tratamiento -de hecho, ni siquiera conocían que se estaba realizando un estudio-. Los nombres de todos los pacientes que estaban en el grupo de tratamiento fueron entregados a un grupo de oración que rezó por la salud y la plena recuperación del conjunto de enfermos que le habían sido asignados.

Leibovici estaba interesado en comparar tres resultados entre el grupo que fue objeto de oración y el que no lo fue: el número de muertes en el hospital, el tiempo total de estancia en el hospital y el tiempo de duración de la fiebre. Al analizar los resultados, empleó varias medidas estadísticas para evaluar la importancia de cualquier diferencia. Como suele suceder, el grupo de control tuvo una mortalidad del 28,1% frente al 30,2% del otro grupo, la diferencia no fue estadísticamente significativa. Lo que sí fue científicamente revelador, sin embargo, fue la gran diferencia que hubo entre el grupo que fue objeto de oración y el grupo de control en lo que respecta a la severidad de la enfermedad y el tiempo de curación. Las personas que fueron objeto de oración tuvieron una fiebre de mucha más corta duración, pasaron menos días en el hospital y se recuperaron más rápido que las del grupo de control.

El tema de las investigaciones de Leibovici -los efectos curativos de la oración- no era desde luego ninguna novedad. Pero su estudio presentaba un giro que sí era novedoso. Los pacientes habían estado en el hospital entre 1990 y 1996, de cuatro a diez años antes que el experimento de oración se realizase. La oración se realizó en el año 2000 pero sus resultados influyeron en personas que habían estado enfermos años antes.